
Un hallazgo inesperado reabre el debate sobre los vínculos del nazismo con la Argentina. En el subsuelo del Palacio de Tribunales de Buenos Aires se encontraron recientemente 12 cajas de madera que datan de 1941, con documentación vinculada al régimen nazi. Entre los objetos descubiertos hay libretas con simbología del Tercer Reich, sellos y registros que, según el periodista Marcelo García, “pertenecían a la Unión Alemana de Gremios, una organización que funcionaba como tapadera del partido nazi en el país”.
El contenido de estas libretas permite reconstruir una parte poco visibilizada de la historia argentina: su rol como plataforma de apoyo y financiamiento al nazismo incluso antes de que estallara la Segunda Guerra Mundial. “Argentina fue el primer país fuera de Alemania en tener una filial oficial del partido nazi, y esto ocurrió en 1931, dos años antes de que Hitler asumiera el poder. No fue casual”, explicó García en entrevista con Radio JAI.
La primera organización del NSDAP oficialmente reconocida desde Alemania comenzó a funcionar el 7 de abril de 1931 en Buenos Aires, Argentina, bajo el nombre de Auslandsabteilung der Reichsleitung der NSDAP (Departamento de Ultramar de la Dirección Nacional del NSDAP),
también conocida como Landesgruppe Argentinien der NSDAP (Grupo Argentino del NSDAP), que aprovechó la base de la Deutscher Volksbund für Argentinien (Liga del Pueblo Alemán para la Argentina o DVA), la Tannenbergbund, la Asociación Negro-Blanco-Rojo y la Stahlhelm para
hacer juntos su presentación en sociedad en la Argentina el 25 de mayo cuando —amparados por la cubierta de rendir homenaje al pueblo argentino en su fecha patria y encabezados por el líder local Rudolf Seyd— se reunieron en el Cementerio Alemán de Buenos Aires, enarbolando por primera vez en el país la bandera con la cruz esvástica.
El mecanismo era preciso y silencioso. Las libretas documentaban los aportes económicos de afiliados a distintos gremios alemanes establecidos en Argentina. “Una parte de esos fondos se enviaba directamente al partido nazi en Alemania. Aun después de que el partido fue prohibido formalmente en 1939, la estructura siguió operando, camuflada”, sostuvo el periodista. Esta continuidad revela una red de apoyo activa y organizada, tolerada por sectores locales.
Uno de los episodios recordados por García como prueba del respaldo social que tenía el nazismo en el país fue el acto multitudinario en el Luna Park en 1938, en apoyo a la anexión de Austria por parte de Alemania. “Ese evento fue una muestra explícita de respaldo al Tercer Reich desde territorio argentino”, señaló. Frente a este panorama, el hallazgo de los documentos no solo impacta por su contenido, sino por el hecho de que hayan permanecido ocultos durante más de ocho décadas en un edificio judicial. “Eso habla de una protección institucional. Alguien decidió que ese material no debía salir a la luz”, advirtió.
Otro de los temas abordados fue la ruta del oro nazi y su relación con el sistema financiero argentino. “Ese oro, robado por los nazis, era fundido y enviado a Argentina. Aquí se convertía en dinero a través de bancos afines, y luego era reenviado a Europa, especialmente a cuentas en Suiza”, explicó García. A raíz de esto, pidió que el Estado argentino avance en la desclasificación de archivos. “Hay documentos que todavía están en la Cancillería y que confirmarían estas operaciones financieras con el nazismo. Es hora de que se conozcan”.
Escuche la entrevista completa.
*Marcelo García es generador de contenidos de 26 Historia en Canal 26 de Argentina, y autor de “La agente nazi Eva Perón y el tesoro de Hitler” (Sudamericana, 2017); y “Perón y la raza argentina” (Ediciones B, 2019).
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“Eva Perón trabajó en el armado de la red de escape de nazis fugitivos” – Marcelo García – Radio JAI
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