
El mural, impulsado por la Federación de Estudiantes y elaborado por un destacado artista plástico, fue cubierto con pintura por una estudiante y dos personas externas a la universidad, quienes ya fueron identificadas y detenidas. La Corporación Sitio de Memoria Colón 636 advierte sobre el avance de discursos de odio que buscan borrar la memoria histórica
La Corporación Sitio de Memoria Colón 636 expresa su profunda preocupación y condena ante el reciente acto de vandalismo que afectó al mural en homenaje a Francisco Bettancourt Bahamonde, quien fuera estudiante de Petroquímica de la ex Universidad Técnica del Estado, actual Universidad de Magallanes, UMAG y víctima de desaparición forzada en el contexto de la dictadura civil-militar de Chile.
La obra, creada por iniciativa de la Federación de Estudiantes, surgió, como ellos mismos señalaron en su inauguración, porque “había una deuda con la memoria”.

El mural incluía una imagen de Francisco Bettancourt, junto a la figura de Salvador Allende y la bandera del MAPU, partido del cual Bettancourt formaba parte. Además, llevaba inscrito el mensaje: “NO ESTAMOS TODOS, FALTA FRANCISCO”, recordando la ausencia forzada del joven estudiante y la necesidad de mantener viva su memoria.El homenaje fue cubierto totalmente de pintura por una estudiante y dos personas externas a la casa de estudios superiores, quienes ya fueron identificadas y detenidas por Carabineros.
Para la comunidad universitaria, el mural había significado un acto de reparación simbólica: “Con el mural, las y los estudiantes que pasan por la UMAG ya saben quién es Francisco”, señalaron los dirigentes universitarios en la inauguración.
Este acto se suma a otros ataques contra espacios de memoria en la región, como lo ocurrido con la casa de Colón 636, sitio de prisión y tortura que fue incendiado intencionalmente y cuyos responsables nunca fueron identificados, pintura sobre memorial de ejecutados y desaparecidos del cementerio municipal, y los “tags” en los pilares de memorial en la Plaza de los Derechos Humanos en avenida Colón.

Magda Ruiz Méndez, presidenta de la Corporación Sitio de Memoria Colón 636 puntualizó respecto del hecho: “Lo ocurrido no es solo un acto de vandalismo: es un intento deliberado de borrar la historia de nuestro territorio y de silenciar la memoria de quienes fueron arrebatados por la violencia e la dictadura civil y militar. Frente a este ataque cobarde, reafirmamos que la memoria no se destruye con pintura ni con amenazas. La memoria vive en las comunidades, en las luchas y en la dignidad de quienes se niegan a olvidar.”
“A quienes insisten en sembrar odio y negar nuestra historia, les decimos con absoluta claridad: cada agresión solo nos da más fuerza. No podrán intimidarnos. Cada ataque de odio encontrará en nosotras y nosotros más convicción para mantener viva la memoria, más organización y más coraje para protegerla”, añadió.
Francisco Bettancourt había sido homenajeado durante la conmemoración de los 50 años del Golpe Civil y Militar, mediante la denominación de una sala de la Facultad de Ingeniería con su nombre, además de la entrega de su título póstumo.
A pesar de estos atentados, sus impulsores y la comunidad de memoria advierten que su legado no será borrado.




