MES DEL MAR
El “Huáscar” y la “Independencia” en el Estrecho y una incursión naval
peruana en la Guerra del Pacífico en Magallanes
El 21 de mayo conmemoramos las Glorias Navales, enmarcado en el Mes del Mar, instancia de reflexión en donde recordamos la importancia de nuestra historia, proyección marítima, la cual es tricontinental y bioceánica.
Los acontecimientos desarrollados en aquella epopeya de Iquique y Punta Gruesa son de público conocimiento, muchos nos emocionamos siendo niños con aquella heroica historia, que nos habla de un valiente comandante que, ante una aparente insuperable superioridad adversaria, alentó a su dotación y ordenó cumpliendo nuestras ordenanzas no arrear nuestro glorioso pabellón ante el enemigo.
La jornada nos da cuenta de valientes hombres de mar, algunos que eran niños, pero que como comprometidos chilenos cumplieron el rol asignado en un combate que supero las expectativas de los cronistas y sueños más febriles.
Sin embargo, el Estrecho de Magallanes y Punta Arenas, también tienen algo que decir en la historia naval y marítima de Chile, tanto la que se escribió en la rada de Iquique en 1879 como en 1866, hoy invitamos a los queridos lectores de El Magallanes a conocer parte de dos acontecimientos que pudieron haber cambiado la historia.
El “Huáscar” en el Estrecho de Magallanes
En el Estrecho de Magallanes se escribió un capítulo desconocido de nuestra historia, o un par que merecen ser recordados, en donde el poderoso monitor “Huáscar” tuvo que soportar las inclemencias de la meteorología magallánica.
Casi 13 años antes de la epopeya de Iquique, el 24 de mayo de 1866 pasaba por la Primera Angostura del Estrecho de Magallanes el Monitor “Huáscar” y el Blindado “Independencia”, protagonistas peruanos del combate naval de Iquique, cruzaron por estas aguas con dirección a El Callao.
Para estos marinos, los cuales venían navegando desde astilleros ingleses, la navegación por Estrecho de Magallanes no fue sencilla, teniendo que navegar por las complejidades de nuestro litoral con destino a Punta Arenas, en ese entonces una pujante colonia y en tiempos de paz con Perú.
A pesar de su capacidad y tecnología, casi dos días le llevó recalar a Punta Arenas, teniendo que enfrentar las inclemencias meteorológicas, enfrentando el temido viento Noreste, casi sucumbiendo el “Huáscar” y la “Independencia” tocando fondo, ¿Cómo se hubiera escrito la historia si la unidad peruana hubiese sido presa de los vientos magallánicos?
El hecho no paso inadvertido en el parte de navegación, destacando las complejidades de la ruta marítima y los fuertes vientos, extremas condiciones meteorológicas, muy diferente a lo que los marinos comisionados esperaban experimentar.
Es importante recordar con este hecho, que el grueso de la flota de la marina de Guerra del Perú paso por nuestras costas, teniendo varios incidentes que, por la providencia y también expertis de los marinos evitó en más de una ocasión que los modernos buques no sucumbieran en un naufragio en estas australes latitudes.
Incursión naval peruana en la Guerra del Pacífico en Punta Arenas
Más de 13 años después, ya en un contexto bélico entre Perú y Chile, el accionar peruano parecía imparable en las costas nacionales, esta situación que condicionaba las operaciones terrestres en la Guerra del Pacífico, sumado a la inseguridad de las rutas de operaciones marítimas mercantes, era un problema real para nuestro país.
Es de tal manera que, la fuerza naval peruana recorría nuestras costas, en donde las unidades navales chilenas buscaban infructuosamente hasta ese momento el dominio del mar, estableciendo cacería del Monitor “Húascar” y la poderosa corbeta “Unión”.
Es así que, en julio de 1879, es decir un par de meses tras la epopeya de Iquique y Punta Gruesa, otro episodio desconocido se escribía en nuestras costas, acá en el Estrecho de Magallanes.
Objetivos de la incursión naval peruana en Magallanes
El gobierno de Chile, en el desarrollo de la guerra, había adquirido importante equipo militar que fue transportado por estas aguas magallánicas. La noticia no pasó inadvertida para los servicios de inteligencia adversarios, navegando el buque peruano Unión hasta la zona austral, sin aparente resistencia o al menos detección por parte de unidades nacionales.
El convoy con material de guerra para Chile, navegó sin mayores novedades por estas complejas aguas, cruzando el Estrecho de Magallanes y dirigiéndose a Valparaíso para posteriormente seguir a Antofagasta.
En cambio, la “Unión”, habiendo llegado tarde a su cometido, se mantuvo un par de días en Punta Arenas, siendo reaprovisionada por comerciantes de naciones neutrales y navegando hasta el sector de segunda Angostura para verificar la información, no topándose con la importante carga para dirigirse nuevamente a su puerto base en Arica. En donde los oficios realizados por el Gobernador Carlos Wood, en mantener tanto el carácter defensivo de la ciudad y al mismo tiempo de generar los canales para la entrega de suministros por parte de comerciantes extranjeros, nos da cuenta de una importante visión de evitar un eventual bombardeo y generar un punto de encuentro con la nave adversaria.
¿Cuál hubiese sido el impacto para el desarrollo de la guerra si ese valioso cargamento de equipo fuese tomado por el adversario?, ¿hubiese sido posible el desarrollo de la exitosa campaña terrestre que tantas glorias le dio a Chile?, ¿Punta Arenas se hubiese condenado con una acción de artillería naval?, de no dominar Chile el mar, ¿Perú hubiese establecido una acción naval en estas latitudes?
Reflexiones preliminares
Los procesos históricos, como hemos explicados en otras ediciones de El Magallanes, se basan en hechos y no en posibilidades, siendo la disciplina histórica entendida como ciencia el análisis de procesos y sus consecuencias, basados en la libertad de los hombres y su accionar en el tiempo.
Por un lado, los acontecimientos de 1866 dan cuenta que Chile es un país que ha colaborado en forma permanente con naciones amigas, siendo el Estrecho de Magallanes una ruta marítima fundamental para el fortalecimiento y desarrollo no tan solo de nuestro país, sino también otras naciones.
Por otro lado, en un contexto bélico, la impune navegación de la “Unión” y el “Huáscar” por nuestras costas, que concluiría recién con la batalla de Angamos, nos da cuenta de lo importante y trascendente del control del mar, así como su vigilancia y resguardo.
Hoy como ayer, debemos ser conscientes de nuestra responsabilidad, en donde valientes hombres fueron capaces de entregarlo todo en servicio de Chile y sus altos destinos, marcando una impronta que nos recuerda aquel bronce sagrado que resuena en nuestras almas para llamarnos al servicio, el cual es vital para Chile.
Desde este apartado rincón de Magallanes, hemos podido constatar que nuestra jurisdicción no es ajena a aquella historia valiente que se escribió aquel 21 de mayo en la rada de Iquique, nuestra labor es fundamental, crucial y trascendente, pues como especialistas del Litoral somos nosotros quienes portamos en nuestros hombros la responsabilidad de resguardar y proyectar a Chile a través del mar, sintamos el orgullo de aquel cáliz glorioso, en una historia que nos llena de orgullo pero sobre todo de responsabilidad, en una jornada única que hoy recordamos mirando nuestro mar.
